LA EMPRESA PILAREÑA OBRALIA HA INICIADO UN PROCESO DE CONCURSO DE ACREEDORES
Obralia ha sido durante los últimos años una empresa constructora señera de nuestro municipio. Esta mercantil ha protagonizado la actualidad económica en las últimas horas al iniciar un procedimiento de concurso de acreedores.
¿Y qué es eso?
Para una mejor compresión tenemos que señalar que esta institución jurídica es la que sustituyó a la que todos conocíamos como "suspensión de pagos", figura que desapareció con esa denominación en el año 2003, tras una modificación de la ley.
Un concurso de acreedores es un procedimiento ideado para paliar las consecuencias de la insolvencia de una empresa. Se trata, fundamentalmente, de organizar las finanzas de la mercantil para conseguir que el mayor número de acreedores cobren lo máximo posible.
Es decir, que la situación económica de Obralia era mala, y que ahora se requiere la intervención del juez para garantizar lo máximo posible los pagos a los acreedores.
La intención de Obralia es continuar
El concurso de acreedores, o como antes se conocía, la suspensión de pagos, no significa siempre la desaparición de la empresa, ya que ésta podría remontar la mala situación financiera.
Según ha podido saber La Oreja Pilareña de varias fuentes, parece ser que la intención, o por lo menos así lo han comentado los responsables de Obralia, es continuar con la actividad empresarial.
Preocupación en numersosas empresas
Obralia, como es lógico en una mercantil de su envergadura, mantiene relaciones comerciales con numerosas empresas y profesionales, que están viviendo esta situación con preocupación, temerosos de no poder cobrar o tardar en hacerlo, lo que puede poner en peligro la continuidad de sus negocios.
¿Y qué es eso?
Para una mejor compresión tenemos que señalar que esta institución jurídica es la que sustituyó a la que todos conocíamos como "suspensión de pagos", figura que desapareció con esa denominación en el año 2003, tras una modificación de la ley.
Un concurso de acreedores es un procedimiento ideado para paliar las consecuencias de la insolvencia de una empresa. Se trata, fundamentalmente, de organizar las finanzas de la mercantil para conseguir que el mayor número de acreedores cobren lo máximo posible.
Es decir, que la situación económica de Obralia era mala, y que ahora se requiere la intervención del juez para garantizar lo máximo posible los pagos a los acreedores.
La intención de Obralia es continuar
El concurso de acreedores, o como antes se conocía, la suspensión de pagos, no significa siempre la desaparición de la empresa, ya que ésta podría remontar la mala situación financiera.
Según ha podido saber La Oreja Pilareña de varias fuentes, parece ser que la intención, o por lo menos así lo han comentado los responsables de Obralia, es continuar con la actividad empresarial.
Preocupación en numersosas empresas
Obralia, como es lógico en una mercantil de su envergadura, mantiene relaciones comerciales con numerosas empresas y profesionales, que están viviendo esta situación con preocupación, temerosos de no poder cobrar o tardar en hacerlo, lo que puede poner en peligro la continuidad de sus negocios.
