martes, 4 de noviembre de 2008

¡LO HEMOS CONSEGUIDO, PARECE QUE IGNACIO VA A CONVOCAR EL PLENO EN LA FECHA QUE MARCA LA LEY!



Todos los indicios parecen señalar que, ¡POR FIN!, en Pilar de la Horadada, siendo alcalde Ignacio Ramos, se va a convocar un pleno cuando marcan los acuerdos, es decir, la ley. Tal y como hemos ido recordando en La Oreja Pilareña, desde que se inició esta legislatura municipal, el alcalde había sido incapaz de cumplir su obligación de convocar en tiempo al órgano de máxima representación política de los ciudadanos en el gobierno municipal, significando para cualquier observador imparcial una falta absoluta de respeto a los vecinos, y un indicio claro de ineficacia, descontrol y falta de trabajo en el Ayuntamiento.

Comisiones i
nformativas para el martes
El paso previo a la convocatoria de un pleno son las llamadas comisiones informativas, que en esta ocasión se van a celebrar en la mañana del martes 4 de noviembre, lo que indica que el pleno tendrá lugar el próximo viernes 7. Y esta vez sí que es el primer viernes de mes, fecha correcta de convocatoria.

¿Qué le ha pasado a Ignacio para intentar en esta ocasión cumplir la ley?
En este impe
rio de lo absurdo que se ha convertido en opinión de muchos el gobierno municipal, se producen cosas tan esperpénticas como que se convierta en noticia que el alcalde respete la ley y haga lo que está obligado a hacer, pero las cosas, por desgracia, son así. En una año y medio (lo que va de legislatura) esta puede ser la primera ocasión que Ignacio Ramos actúe según lo acordado por el propio pleno y bajo su propia propuesta. Sabemos que la situación en si es absurda, pero es así, y claro, este nuevo comportamiento de Ignacio Ramos es noticia. Pero la pregunta es ¿por qué ahora sí quiere cumplir con la ley?, ¿qué es lo que ha ocurrido?

Algunas hipótesis

1.- A medida que está avanzando la legislatura, los plenos van teniendo cada vez menos temas
importantes, el gobierno municipal se ha ido desinflando. En esta ocasión, y según ha podido conocer La Oreja Pilareña, los temas que presenta el equipo de gobierno son de puro trámite. No hay capacidad de gestión y por lo tanto los ignacistas son incapaces de llevar al pleno ningún tema con algo de peso, que mejore el municipio y que interese a los ciudadanos. Por lo tanto, casi ni se necesitan informes, ni hay que trabajar, ni preparar expedientes, ni nada. Es un pleno vacío y es facilísimo convocarlo en tiempo.

2.- El último pleno, que se celebró en septiembre, estuvo protagonizado por la expulsión de la portavoz de la Unión Pilareña, Pepa Meroño, por parte del alcalde, acallando
las duras críticas que le estaba haciendo la pilareñista con la excusa de que, la de Facundo, no respetaba las normas del pleno. Claro, eso también podía ser absurdo, porque ¿cómo podía quejarse el alcalde de un incumplimiento de una simple concejala, si él es el primero que no cumplía con esas normas, ya que se había pasado "por debajo del forro" la ley siete veces seguidas (que se dice pronto), al no convocar NUNCA el pleno cuando marca la norma?

Estaba claro que Pepa Meroño, una vez más, le echaría en cara ese incumplimiento, y desmontaría toda la vaga excusa de Ignacio, con la que impidió que la pilareñista le criticara y la
escucharan los vecinos, ya que la expulsó.

3.- La pasada semana estuvo informativamente protagonizada por la detención de alcaldes socialistas de la Vega Baja. Además, uno de ellos, concretamente el de Bigastro, co
n una cierta similitud con el alcalde del Pilar: muchos años en el gobierno, bigote, casi mismo peinado... y por si fuera poco mentor de nuestro Ignacio. Los jueces parece que están detrás de los alcaldes que no cumplen la ley..... , así que "algo de susto" pudiera ser que tenga nuestro primer edil, y así lo han comentado algunos de sus allegados.

"Cuando veas las barbas de tu vecino..." (en este caso sería mejor decir "cuando veas el bigote...")

El caso es que POR FIN se va a cumplir la ley en este punto en Pilar de la Horadada, y el pleno, si no pasa nada, se celebrará como siempre se tenía que haber celebrado, en su día: el primer viernes de cada dos meses.