lunes, 31 de marzo de 2008

FRACASO EN LA ORGANIZACIÓN DE LA MEDIA MARATÓN. Numerosos participantes prometireron no volver





El domingo 30 se celebraba la segunda edición de la Maratón Playas del Pilar, un evento que se realizó por primera vez el año pasado y que se había convertido en uno de los hitos deportivos celebrados en nuestro pueblo por relevancia y número de participantes.

La prueba nació el año pasado, durante el gobierno de José Fidel Ros y había sido exhibi
da por los populares pilareños como uno de sus grandes éxitos de gestión, por lo que todas las miradas estaban atentas a la edición de este año para comprobar si el equipo de Ignacio Ramos era capaz de igualar la impecable organización que se alcanzó el año pasado, teniendo en cuenta que es más difícil poner en marcha de la nada un proyecto que realizar la segunda edición.

Buen número de participantes
La inscripción de la edición de este año ha sido elevada, lo que ind
ica el grado de satisfacción que se consiguió el año pasado y que ha hecho repetir en esta cita pilareña a la mayoría de los corredores que lo hicieron la edición pasada.

Fracaso estrepitoso de organización
En una carrera de fondo, como es una media maratón, donde los atletas se enfrentan a 21,5 kilómetros, es absolutamente necesario la existencia de unas
zonas, estratégicamente situadas a lo largo del recorrido, donde los corredores puedan abastecerse de agua, tanto para beber, como de esponjas para refrescarse.

La sorpresa de los numerosos participantes que acudieron de todas España,
incluso desde el extranjero, para participar en la carrera pilareña es que no se habían abastecido suficientemente de agua estos puestos. Estaban indicados, allí fueron los voluntarios para repartir y atender a los corredores, pero desde la concejalía de Deportes, que dirige Paco Andreo, no se había llevado la suficiente agua para cubrir las necesidades.

Cualquiera puede entender que a medida que va finalizando el recorrido la demanda de ag
ua es mayor, ya que los corredores han realizado más esfuerzo. La imagen era patética y vergonzosa. Los atletas se acercaban a los puntos de abastecimiento, sedientos, agotados, solicitaban agua a los voluntarios de la organización y estos no tenían ya que desde la concejalía no se les había facilitado. La desesperación y la indignación de los deportistas era lógica. En los puestos de la zona de la playa solamente pudieron beber los primeros atletas que pasaron, para los siguientes ya no había. Las escenas que se iban produciendo eran patéticas. Los voluntarios que de manera desinteresada estaban colaborando en la organización sentían impotencia y sobre todo vergüenza. La prueba llevaba el nombre de nuestro pueblo, la organización corría a cargo del ayuntamiento y estaba siendo un fracaso.

"Esto es indignante e impresentable"
Así definían numerosos corredores participantes la organización de esta 2ª Maratón Playas del Pilar, que tenía entre sus objetivos, además del deportivo, la promoción de nuestro municipio, por lo que el resultado ha sido el contrario. En lugar de transmitir una imagen de buena organziación y de cosas bien h
echas, como suele ocurrir en el Pilar, al final los espectadores y participantes se han llevado una percepción de nuestro pueblo de "chapucerísmo" e improvisación, hasta el punto que un buen número de atletas iban comentando que no volverían más a correr en esta prueba.

Ignacio Ramos durante la presentación de esta Media Maratón indicó en rueda de prensa que se enorgullecía de la organización de un evento de estas características; claro, que esas declaraciones las realizó antes de que se celebrara la prueba y que se consumara ese estrepitoso fracaso de organización. Una pena.