martes, 18 de marzo de 2008

Y YA VAN CUATRO VECES CONSECUTIVAS...

La primera vez que ocurrió podría haber sido considerado anecdótica, la segunda alarmante, la tercera escandalosa, pero es que ya va por la cuarta ocasión en que ha sucedido y perfectamente podría ser definida como una auténtica burla a los pilareños y un menosprecio al pleno y a toda la institución municipal. Nos referimos al nuevo incumplimiento de la ley que, una vez más, ha protagonizado, por cuarta vez consecutiva, Ignacio Ramos, al no convocar reglamentariamente el pleno ordinario correspondiente al mes de marzo, ya que se tenía que haber celebrado el día 7 (viernes), y no ha sido así.

El reglamento (ley) obliga a Ignacio Ramos a convocar un pleno el primer viernes a las 10 h. de cada dos meses
En todas las ocasiones que ha correspondido, tal y como ha ido informando
La Oreja Pilareña, el alcalde se ha saltado esta obligación, poniendo diferentes excusas: vacaciones de los funcionarios, que no había tenido tiempo de prepararlo, etc.

Convocar los plenos es una de las grandes obligaciones de un alcalde
El pleno municipal es el órgano máximo de cualquier municipio, convirtiéndose también en la herramienta para controlar la gestión del equipo de gobierno. Además, los temas importantes que afectan a los ciudadanos tienen que ser tratados y aprobados allí. Los retrasos perjudican sobre todo a los vecinos. Para que esto no ocurra, al principio de cada legislatura se aprueba el reglamento donde se dice cuándo se tienen que celebrar, y es de obli
gado cumplimiento. Así se hizo en el Pilar, y la propuesta fue impuesta por el propio Ignacio Ramos (incluso obligó a que se celebraran por la mañana para dificultar que los pilareños los siguieran en directo). Pero el problema está surgiendo en que no está cumpliendo la ley.

Los retrasos en las convocatorias del pleno son un síntoma de "caos" en la gestión
Este incumplimiento constante por parte
de Ignacio Ramos de su obligación puede ser considerado como un síntoma clarísimo de ineficacia y caos en la gestión. En el sector de la administración local es conocido que cuando un alcalde es incapaz de convocar los plenos en tiempo, denota una falta de capacidad para presentar proyectos, nuevas iniciativas, soluciones a los problemas del municipio, etcétera.

Además, en el caso de de Pilar de la Horadada, se agrava con el hecho de que, estando ya a mediados del mes de marzo, ni el alcalde ni el concejal de Hacienda, Francisco Vizcaíno, han sido capaces de present
ar los presupuestos municipales, otra de las grandes obligaciones de un equipo de gobierno.

P
robablemente el pleno se celebre el día 27, veinte días más tarde de cuando tenía que ser
Según ha podido saber
La Oreja Pilareña, aunque todavía no ha sido convocado, el alcalde baraja ese día (27) para la celebración del pleno ordinario.


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