jueves, 17 de julio de 2008

ATENCIÓN AL PLENO



El viernes, por la mañana, se celebra el pleno ordinario correspondiente al mes de julio. Como siempre, y tal como ha informado ya La Oreja Pilareña, con una falta de respeto a la ley y a los pilareños, ya que por 6ª vez consecutiva Ignacio Ramos ha incumplido la norma y no lo ha convocado en tiempo, pues estaba obligado a convocarlo para el pasado día 4 de julio.

Los presupuestos
Durante el pleno también se escenificará otro desprecio a la democracia, ya que el equipo de gobierno, un 17 de julio, va a presentar a los ciudadanos, a los que dice que sirve, los presupuestos de este año 2008, es decir, 7 meses después de que tendrían que haber empezado a aplicarse.

¡Qué quieren pedir un crédito al banco!
En La Oreja Pilareña todavía no hemos tenido acceso al borrador de los presupuestos, pero tenemos constancia que se incluyen algunas obras valoradas en 1,7 millones de euros, que se pretenden pagar pidiendo un crédito al banco, y por lo tanto que los pilareños paguen intereses.

Bueno, no seríamos el primer municipio que solicita un crédito, pero lo que es sorprendente y que tiene que explicar Francis Vizcaíno, es ¿por qué se tiene que pedir un crédito y pagar intereses a un banco cuando se dispone de ese dinero?

El PP y la Unión Pilareña dejaron en las sucursales de los bancos del Pilar a nombre del ayuntamiento 39 millones de euros (6.500 millones de pesetas)
Cuando Ignacio regresó al poder se encontró con 39 millones de euros, que eran lo que habían conseguido rescatar el PP y la Unión Pilareña, gracias al contrato por la concesión del agua.

A Ignacio se le acusó de dejar perder ese dinero, al intentar rescindir el contrato del agua, presuntamente para dárselo a otra empresa que ofrecía solamente unos 9 millones de euros, frente a los 39. Ignacio lo negó, pero fue cuando apareció un documento donde Ramos firmaba la rescisión del contrato y por lo tanto la pérdida del dinero, y ese fue el famoso documento que Armenteros y Francis dijeron que la firma podría ser un sello de caucho y que Televisión Horadada demostró con una prueba caligráfica que en verdad lo había firmado Ignacio.

El caso es que PP y UP rescataron el dinero y es el que se encontró Ignacio cuando regresó al poder.

Pepa Meroño le preguntó al concejal de Hacienda en uno de los últimos plenos, ¿qué cuanto dinero quedaba? A lo que Vizcaíno respondio que 35 millones de €.

Entonces, ¿si tenemos los pilareños para obras 35 millones de €, por qué tenemos que pagar intereses de créditos a un banco? A esta pregunta tiene que contestar en el pleno el trabajador concejal Vizcaíno.

Lo que dicen los "mal pensados" y los rumores por el pueblo
Esta noticia de que Ignacio va a pedir un crédito para que lo paguemos los pilareños está corriendo como la pólvora por todo el pueblo, y claro, la cuestión es tan extraña y rara, que la rumorología está haciendo de las suyas.

En algunos ambientes frecuentados por trabajadores de la banca se comenta que, por pedir un crédito tan grande, con el poco riesgo que supone la operación, y encima teniendo dinero efectivo el ayuntamiento que avale, pues que una entidad bancaria estaría dispuesta a dar una importantísima comisión para llevarse esa operación. Pero todo esto no dejan de ser especulaciones.

Lo que está claro es que Francis Vizcaíno tendrá que dar una buena y convincente explicación en el pleno sobre este comportamiento tan extraño, que deje tranquilos a todos los pilareños y que alejen de sospecha a Ignacio y compañía. Eso esperamos.

Seguiremos informando.




Foto: momento en el que se rescató el dinero de la concesión del agua (6.489 millones de pesetas) para los pilareños, que presuntamente Ignacio Ramos iba a dejar perder, al intentar rescindir el contrato y dárselo a otra empresa que ofrecía 5.000 millones menos , tal y como denució Pepa Meroño y que luego apareció un documento firmado por el propio Ramos que lo demostraba.
La firma de este documento fue puesta públicamente en duda por Alfonso Armenteros y Francis Vizcaíno, pero Televisión Horadada demostró por medio de una peritación grafológica que la firma de Ignacio era auténtica y por lo tanto había sido él quien había rubricado el documento de recisión.