miércoles, 16 de septiembre de 2009

EL "TRUCO DEL ALMENDRUCO", TODOS COLOCADOS (menos dos) Y A LA LEY QUE LE DEN...

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Antecedentes

Para una mejor comprensión y dentro de la vocación didáctica que siempre ha tenido La Oreja Pilareña, vamos a intentar aclarar de una forma muy simple algunos conceptos.

¿Qué es un trabajador por cuenta ajena? Es el trabajador normal: vacaciones, pagas mensuales, el jefe le manda, obligado a cumplir un horario, etc. El empresario cotiza a la Seguridad Social por él. Tiene derecho a paro, antigüedad, indemnización por despido, etc.. Los problemas que surjan se tratan en el Juzgado de lo Social (antigua Magistratura de Trabajo). La relación es empresa-trabajador (relación laboral).

¿Qué es un trabajador autónomo? Es un profesional. La empresa

o empresas son sus clientes. No cobra un sueldo, sino que factura por los servicios que ha hecho. El mismo paga su Seguridad Social, una cantidad fija mensual, es lo que se llama “los autónomos”. Como no tiene relación laboral con la empresa no puede ser despedido, ni tiene antigüedad, ni recibirá indemnizaciones, etc. Es como si contratáramos a un pintor para que nos pinte nuestra casa, no es nuestro trabajador, es un profesional, nosotros no le pagamos su Seguridad Social ni tenemos autoridad sobre él, no le pagamos una nómina, le pagamos la factura. Cuando queremos le decimos que se vaya. La relación es cliente-autónomo. Los problemas con los clientes (empresas) se tratan en los juzgados de lo Civil, no en los laborales (Juzgado de lo Social)

¿Qué es un falso autónomo? Es una persona que en verdad tiene una relación laboral (trabajador por cuenta ajena) pero que está como si fuera autónomo. Es decir, su relación laboral está encubierta. Es una práctica ilegal, y si un trabajador denuncia esta situación y consigue demostrarlo, el empresario estará obligado a darle de alta como trabajador con contrato indefinido.

Principio de igualdad de oportunidades: Las empresas particulares pueden hacer lo que les dé la gana, pero en una administración pública se tiene que cumplir ese principio, y así lo recoge la ley, incluso la Constitución, por el cual para un trabajo en la administración tienen que tener todos los ciudadanos (salvo excepciones y siempre en trabajos temporales) las mismas oportunidades, lo que viene a suponer que para ser funcionario o asimilado, hay que aprobar una oposición, y no entrar por la puerta de atrás quien quiera el político de turno.

Lo que ocurrió

Los hechos se produjeron el martes 15 de septiembre. Una serie de personas que trabajan o prestan sus servicios en el ayuntamiento fueron citados para que por la mañana acudieran al denominado Salón de Plenos. Allí les estaban esperando en persona el alcalde, Ignacio Ramos y su socio y concejal de Personal, Juan Ramón Moya. Las personas que fueron citadas y acudieron eran las siguientes:

  • Juan Francisco García Corbalán
  • Pepe Quesada González
  • Perico Riquelme Romero
  • Mariola Ferrer Martínez
  • Miriam Riquelme Pérez
  • Javier Carrillo

Los seis tienen algo en común: cotizan en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social (es decir, son autónomos) y prestan sus servicios en el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada, además lo hacen en áreas gestionadas directamente por Ignacio Ramos o delegadas a Alfonso Armenteros.

A ellos se dirigieron Ignacio y Juan Ramón, y en resumen les vinieron a decir que motivado por unas actuaciones que habían realizado los concejales del Partido Popular, a través de unas enmiendas que habían presentado a los presupuestos y a una intervención de la concejala Paquita Cánovas en el último pleno, y al ser presunta

mente su relación con el ayuntamiento fraudulenta, se veían obligados a tener que prescindir momentáneamente de sus servicios. Pero como ellos eran muy buenos (Ignacio y Juan Ramón), pues iban a solucionarlo para que siguieran trabajando en el ayuntamiento, incluso sin tener que hacer oposición ni nada.

La estrategia

El ayuntamiento les mandaría a finales del próximo mes de octubre, después de las fiestas patronales, un documento en el que les notificarían que ya no contaban con ellos para seguir prestando sus servicios.

Cuando lo recibieran, les recomendaban que se fueran al Juzgado de lo Social y demandaran al Ayuntamiento (es fuerte que ésto lo diga el propio alcalde y el concejal, ver para creer). Tenían que alegar que estaban ocupando un puesto de trabajo en el ayuntamiento del Pilar, enmascarado con la figura de falso autónomo. Esta recomendación hace suponer que el ayuntamiento no se esmeraría mucho en no perder el juicio, por lo que lo ganarían estas personas. Lo que también comentaron los máximos mandatarios administradores del dinero público de todos los pilareños, y ese fue su compromiso, es que además no recurrirían la probable sentencia favorable para estas personas.

Comentario amenazante de Juan Ramon Moya

Así tenemos que entender el comentario que realizó el socio de Ignacio a estas seis personas, cuando les dijo que, más valía que no se asesoraran por fuera con nadie, porque entonces sí que se iba a cabrear y sería peor para ellos. ¡Toma ya…!

En breve continuaremos con este artículo...