viernes, 10 de junio de 2011

Sin trabajar hasta el último momento y todos los pilareños no somos iguales (según ellos)


El otro día escribíamos un artículo y lo titulamos: "La penúltima...." y es que la experiencia nos marcaba que el actual equipo de gobierno, visto lo visto, era capaz de montar otra, y eso que tenían poco tiempo. Por desgracia, así ha sido.

Acto de toma  de posesión
El sábado, a las 12.00 h, se celebrará el acto, un pleno extraordinario, donde se constituirá el nuevo consistorio y donde será nombrado alcalde José Fidel Ros.


Ya tendría que ser vergonzoso para un alcalde saliente, como es Ignacio Ramos, que tras dieciséis años de mandato, habiéndose gastado últimamente más de 1.500 millones de pesetas en un nuevo edificio del Ayuntamiento, ese acto, por falta de aforo, no se pueda celebrar en esa recientemente estrenada infraestructura. Por si fuera poco, somos el único pueblo de más de 20.000 habitantes que no cuenta con una instalación que pueda albergar sentados a más de 150 asistentes. El caso es que, por lo que se está percibiendo, son muchas las personas, lógicamente, que desean acudir a ese acto, y lo van a hacer. Será un momento histórico para Pilar de la Horadada.

La responsabilidad de la organización, en principio, recaería en el alcalde en funciones, Ignacio Ramos, y en los concejales delegados, también en funciones. Conocedores del desastroso funcionamiento del Ayuntamiento y para recabar información sobre la estructuración de ese importante acto, al final de la mañana, José Fidel Ros y Pepa Meroño se han acercado hasta la Casa de Cultura (ellos también son concejales) para informarse de cómo estaba la organización. Eso ha ocurrido el viernes, cuando los funcionarios salen de trabajar a las 14.00 h y el acto es el sábado. Su sorpresa ha sido que no se habían dado  instrucciones concretas sobre la organización. Hay que recordar que el protagonista principal es el propio José Fidel Ros.

Preguntados ambos, tanto Ros como Meroño, coincidían en que, ante la imposibilidad de que todo el mundo pudiera estar sentado, no se hiciera ningún tipo de reserva de asiento. Se quiere acabar, por fin, con la situación de privilegios, enchufismos, distinción entre unos ciudadanos y otros, etcétera. Quien primero llegue, pues ese se sienta.

El equipo de gobierno en funciones sin haber hecho los deberes y de celebración
Como es sabido, el equipo de gobierno, se encontraba de celebración, en una comida que algunos funcionarios y trabajadores municipales habían organizado en honor a Ignacio Ramos. El lugar era el Restaurante Rebate, y allí, pues no hay cobertura de móvil. El alcalde en funciones, Ignacio, y Juan Ramón Moya, pues se habían ido, sin hacer su trabajo.

Desde la Casa de Cultura, un trabajador afecto del ayuntamiento, cuando ha podido, les ha informado. La reacción de ambos ha sido colérica y de pataletas, sobre todo la de Juan Ramón Moya, que ya en el centro del pueblo, y más concretamente en un conocido local de copas, se ha puesto a realizar llamadas telefónicas en tono airado y quejoso. Lo mismo, Ignacio Ramos,- hasta dentro de unas horas en este pueblo mandamos nosotros-, algo que nadie, por cierto, ha puesto en duda.

¿Y cual ha sido la nueva orden de Juan Ramón e Ignacio? Pues que no todos los ciudadanos somos iguales, en su opinión, y que por lo tanto, había que reservar dos asientos por cada uno de los concejales electos, ni más ni menos. Así que ya lo sabemos, en la toma de posesión, y como una muestra más de lo que ha sido el periodo histórico que finaliza a las 12.00 h, habra unos ciudadanos privilegiados, con un trato de favor, frente al resto de los vecinos.

Como decimos, la última cacicada de Ignacio Ramos y Juan Ramón Moya (o eso esperamos).