viernes, 6 de mayo de 2011

El Ayuntamiento parado y con sus buenas dosis de gandulería

Este viernes se ha celebrado el último pleno municipal de esta legislatura. Casi con toda seguridad el siguiente que podamos presenciar será con otros concejales, con otro equipo de gobierno... y ya veremos si con otro alcalde.

Tiempo habrá, a medida que los ciudadanos vayan viendo el pleno por televisión, de comentarlo y de ir analizando los detalles, pero ya podemos destacar un hecho que se ha producido y que es más que significativo del funcionamiento, o mejor dicho, de la falta de funcionamiento, inoperancia y falta de trabajo que caracterizan al actual consistorio.

Cuando empieza un pleno, el primer punto siempre es la aprobación del acta del pleno anterior. Es el documento que tiene que recoger lo que ocurrió en el anterior pleno, lo que se dijo, lo que se aprobó, el resultado de todas la votaciones. El acta es un documento básico en el funcionamiento de un ayuntamiento y por lo tanto fundamental para cualquier municipio. Todo esto es fácilmente comprensible.

La persona encargada por la ley de redactar el acta, y ese documento es tan importante que su aprobación la tiene que hacer el pleno, es el secretario municipal. En el caso de Pilar de la Horadada, secretaria, Beatriz Selma Penalva,  nombrada hace solamente unos meses por Ignacio Ramos. Estamos hablando del funcionario de mayor categoría del ayuntamiento y, tras consultar a varias fuentes, casi con seguridad, la secretaria del ayuntamiento disfruta de un sueldo superior a los 3.000 euros mensuales (medio millón de pesetas).

La sorpresa es cuando esta mañana el Pleno no ha podido aprobar el acta, ¿por qué ? pues porque ha dicho la secretaria que no ha tenido tiempo, en veinte días (sí, veinte días) de hacerlo,... que con eso de las vacaciones...

El alcalde, tan tranquilo, ¡aquí no pasa nada! Casi cuatrocientos sueldos salen del Ayuntamiento pagados por todos los pilareños; de nuestros bolsillos pagamos más de un millón de euros al mes en sueldos y salarios, y resulta que ni siquiera se tiene la capacidad de redactar un acta de un pleno en 20 días (aproximadamente unos catorce folios, que simplemente es la transcripción de lo dicho, que no hay que elaborar nada). 

Si el acta, documento importante y fundamental, no se hace, en un momento donde la actividad del ayuntamiento se ha reducido tremendamente porque no hay ni licencias, ni casi permisos, ni empadronamientos, etc, pues que nos expliquen, ¿qué se hace y en qué se trabaja allí? Aquello está parado.

Esto es algo más que una anécdota, esto no pasa en ningún sitio... esto es el Pilar de hoy en día.

¡Qué la Virgen del Pilar nos ampare!