lunes, 28 de marzo de 2011

¿Felices inauguraciones para los pilareños?


El debate se encuentra en la calle. Ha sido uno de las temas de conversación más habituales este fin de semana en nuestro pueblo. El pasado sábado, Ignacio Ramos inauguró el nuevo y caro Edificio Administrativo en el Polideportivo Municipal. El coste de la obra supera el  1,6 millones de euros, para los que nos entendemos todavía mejor en la antigua moneda, unos 270 millones de pesetas. Según las cifras publicadas en la prensa ya hay un ejército de 70 personas colocadas en el área de deportes.

La malísima situación económica del ayuntamiento pilareño ha sido, por fin, claramente reconocida públicamente por el equipo de gobierno municipal, tal y como ocurrió durante el pasado pleno ordinario. No hay ingresos. Las arcas empiezan a estar vacías e Ignacio ha empezado a retrasar facturas a proveedores, muchos de nuestro pueblo, porque no hay dinero para pagar. Algunos analistas hablan incluso de la dificultad para pagar las millonarias cifras de sueldos del ayuntamiento en los próximos meses. 

Pues en esta caótica situación Ignacio Ramos y Paco Andreo, concejal de deportes y secretario general de la Agrupación Local del PSOE pilareño, inauguran un edificio cuya misión principal es ofrecer comodidad y amplitud a trabajadores del ayuntamiento y a los propios políticos. 

Lo que también se plantea es que no sólo se trata de lo que cuesta el edificio. Vale, ya lo tenemos, pero ahora hay que dotarlo de personal y pagar sus sueldos, hay que pagar la electricidad, el aire acondicionado, material de oficina, la calefacción, los teléfonos, Internet,  hay que pagar su limpieza, el mantenimiento, etcétera. Son lo que se denominan, gastos comunes, y un edificio de esas características tiene muchos y son todos los meses.

Pero es que el equipamiento va aparte, por lo tanto, vayamos sumando otros cuantos millones para amueblarlo, acondicionarlo, decorarlo, ordenadores, impresoras, cortinas, etcétera... 

En la calle, aunque la inmensa mayoría de las personas no cuentan con una titulación académica en ciencias económicas, sí que conocen un sistema contable y de administración del dinero usado desde tiempos inmemoriales, sobre todo por las amas de casa, que ha demostrado ser válido, "el sentido común". Pongamos un breve ejemplo: ¿Se le ocurriría a cualquier familia, cuando se queda sin ingresos y no tiene esperanza de volver a tenerlos en corto plazo, gastarse sus ahorros en la construcción de una enorme piscina, que además de tener que pagarla y por lo tanto perder dinero para usar en otras necesidades urgentes y vitales, también le va a suponer aumentar sus gastos mensuales para poder mantenerla?

Que cada uno conteste a esa pregunta, pero, también es necesario recordar que el ayuntamiento ya ha pedido préstamos a los bancos para poder financiarse. Por lo tanto, al símil de la piscina hay que añadirle que esa familia, para pagarla, ha tenido que pedir un crédito.

Por cierto, y eso también se escucha, los agricultores siguen sin ayuda por parte del ayuntamiento. No hay dinero...