domingo, 3 de abril de 2011

Otra vez, y van "tropecientas", el alcalde desprecia la ley e incumple la norma


El acurdo fue de pleno, votado por mayoría absoluta y por lo tanto de obligadísimo cumplimiento para el alcalde, con texto claro y tajante: - el alcalde de Pilar de la Horadada está obligado a convocar un pleno ordinario el primer viernes de cada mes -. En el mes de abril, en el que nos encontramos, el primer viernes fue el día 1 y ese día no se celebró el pleno. El alcalde, ignorando su obligación, no lo convocó. Todavía, más de una semana después, Ignacio Ramos ha sido incapaz de señalar una fecha para su celebración.

No es, ni mucho menos, la única vez que se produce este incumplimiento por parte del dirigente socialista. Probablemente durante esta legislatura han sido más las veces que Ignacio ha convocado el pleno fuera de fecha que cuando se lo marca la norma. Los más veteranos lectores y visitantes de La Oreja Pilareña saben perfectamente que este tema ha sido comentado ya en numerosas ocasiones, algo que hacemos por la gravedad del mismo. Un alcalde, máxima autoridad municipal,  que de forma reiterada, injustificada, incumple los acuerdos, burlándose de los pilareños. Quien tiene la obligación de hacer cumplir la norma, el que te sanciona si no cumples las leyes municipales, resulta que él se las salta, las ignora y tiene un comportamiento  anti-democrático.

Al principio de esta legislatura por lo menos ponía alguna excusa: que si los funcionarios estaban de vacaciones, que la mujer del secretario había dado luz..., pero a medida que se iban repitiendo los incumplimientos  y aquello no se lo creía nadie y  daba risa, directamente no contestaba o simplemente parecía usar el socorrido, "porque me da la gana".

¿Cual es el motivo  para este impresentable proceder del alcalde del Pilar? Pueden ser varios. En primer lugar denota una falta de capacidad de gestión. Cuando no se trabaja lo suficiente y se tiene todo, "manga por hombro", pues resulta muy complicado cumplir con los plazos. Lo temas que deben ir a pleno no se tienen preparados, no se han realizado los trámites y gestiones necesarios y por lo tanto se ve necesitado de atrasar y atrasar el pleno. Luego todo eso se traduce en una ineficacia a la hora de solventar los problemas del municipio y repercute también en conseguir ayudas de otras administraciones para la realización de infraestructuras para nuestro pueblo. 

No es una cuestión anecdótica, es un tema grave y sobre todo  muy significativo de lo que está ocurriendo y padeciendo este municipio.