lunes, 28 de mayo de 2007

LA OREJA PILAREÑA... hasta el final de las elecciones sin una intervención en los comentarios


La Oreja Pilareña nació modesta, con un carácter experimental, sin excesivas pretensiones. Notábamos que había mucha información que se quedaba sin contar, eran cuestiones que en principio pensábamos que sólo interesarían a los círculos relacionados con el mundillo político del pueblo. Fue un "dicho y hecho", un "podríamos hacer.... y se hizo", sin excesivas aspiraciones. Nos apetecía que en este pueblo, con toda la modestia, hubiera un medio nuevo, con una linea vanguardista como pueda ocurrir en las grandes metrópolis, ¿por qué no?... y así nació la Oreja.

Al principio se basaba en dos elementos, la noticia y la fotografía (que no es fácil), luego, un componente complementario fue adquiriendo protagonismo: los comentarios. Pero es que la cosa fue de menos a más. Nos sorprendía cómo se iban incorporando personas diariamente, cada vez se contaba con un mayor número de lectores. Para que se haga una idea
"el orejero", el equipo tenía previsto celebrar por todo lo alto la visita 3.000, llegar a esa cifra nos hubiera parecido un éxito, pues bien, en sólo dos meses de haber puesto en marcha los contadores nos acercamos a las ¡¡35.000 visitas!!, ni nosotros nos lo creemos.

Como decimos, la participación en los comentarios fue adquiriendo protagonismo, estábamos inmersos en una etapa donde la política se estaba viviendo con intensidad y en muchas ocasiones esos comentarios llevaban un carácter hiriente e insultante. A nosotros quitar un comentario, y eso lo sabe cualquiera que tenga unos mínimos conocimientos de informática, nos costaba simplemente "dos clicks", pero pensábamos y queríamos dejarlos, que la gente se expresara, y eso que en muchísimas ocasiones eran insultos a nosotros mismos. Es decir, teníamos un medio y se usaba contra nosotros, ¿ilógico?, no, era nuestro orgullo, que frente a los numerosos ataques, por otro lado habituales a los profesionales de la comunicación, pues demostrábamos de una forma indubitativa que por encima de todo estaba la libertad de expresión, incluso la libertad de expresión de nuestros críticos.

Hemos llegado al final de la campaña, NADIE, NADIE puede decir que no ha tenido la oportunidad de expresarse como le ha dado la gana en la Oreja, eso es así, y ha quedado probado. Estamos felices de haber demostrado que hemos sido capaces de aportar ese ejemplo a la sociedad pilareña. Las noticias pueden haber gustado más o menos, nos pasa a nosotros y a todos los medios de comunicación, pero ha quedado claro que nuestra querida Oreja ha sido un lugar de encuentro y de expresión libre, incluso con el abusivo uso del ANÓNIMO.

Se han producido a lo largo de la campaña solamente 3 excepciones, que eran de libro y que se borraron, dos correspondían a insultos a la mujer de un candidato socialista ( inaceptable) y la otra fue un ataque, como siempre, anónimo a un funcionario que le hizo sufrir mucho, probablemente por la falta de costumbre.

Ahora, cuando ha pasado todo, nos gustaría dar las gracias por un gesto que tuvo José María Tornel. Él nos pidió desde el principio que JAMÁS quitáramos un comentario crítico hacia él, y nos sirvió de ejemplo y de camino a seguir para todo el equipo de la Oreja frente a los continuos ataques que recibíamos. Cuando todo eran presiones por todos los sitios, una postura valiente como esta nos aportó una lección de democracia y libertad.

Hemos llegado a este momento con ese orgullo y creednos que nos ha costado, el final del periodo ha sido complicado con nuestro servicios jurídicos (gracias) diciendo que cortáramos, pero nos propusimos llegar al final de la campaña electoral sin la más mínima intervención en los comentarios, lo hacíamos como una demostración de cariño a este pueblo.

Ahora ya se inicia un nuevo periodo en la vida política, serán días de conversaciones como suele ocurrir cuando no hay mayoría absoluta, pero es otro momento, con otras necesidades.

La Oreja Pilareña tiene vocación de continuidad, con su línea editorial y con el absoluto respeto a la libertad, donde todos puedan participar y realizar comentarios, pero también se nos exige que actuemos con la responsabilidad de velar por el respeto a los derechos de terceras personas que se pueden ver atacadas con impunidad desde el anonimato. Por estas razones, y una vez que la Oreja ha demostrado, en unos momentos intensos, que es un espacio libre, asumiendo la responsabilidad que tenemos, se moderarán los comentarios, con la única limitación a los participantes de la aplicación de la legalidad vigente.

A todos los que nos habéis hecho grandes, muchas gracias.